Dios es Vida Infinita. Dios es Amor Ilimitado. Dios es Inteligencia Infinita.
Dios es Sabiduría Insondable. Dios es Belleza Indescriptible.
Dios es Principio Inalterado de Perfecto Bien.
Dios es el Alma del hombre.
Yo soy la imagen y semejanza de Dios, y tengo el poder de la Palabra. Cuando pronuncio dicha Palabra, la misma sale y no puede regresar vacía. Logra aquello a lo cual la envié. Dicha Palabra sale cargada con el poder de Dios.

Ahora pronuncio la Palabra en tu nombre y en el mío. Invoco el poder del Cristo Sanador, y digo que el pleno poder de Dios ahora está despierto en ti, llenando tu alma de paz, vida y gozo. Dios es Luz, y esa Luz llena tu Alma. Tu Alma es como la zarza ardiente que ardía con el Poder de Dios y no se consumía.

No hay esquinas oscuras, ni complejos o neurosis, ni temores ni dudas, ni viejas cosas opacas. Dios es Luz, y en Él no hay oscuridad del todo. Dios es Vida, y esa Vida construye todas y cada una de las células de tu cuerpo. La marea de Vida Divina barre a través de tu cuerpo, empujando frente a Sí cualquier toxina o cuerpo extraño que no debería estar allí. Reforma, recrea y regenera todo órgano y tejido, y los carga con su propia Vida Divina.

Afirmo que la paz de Dios te rodea y te llena, que la paz va contigo como un pilar de nube por el día y un pilar de fuego por la noche. Habitas en esa paz, y en esa salud, y en esa armonía.

Afirmo que el Poder de Dios va delante de ti y, endereza tu camino. Te despeja la vida hacia la verdadera prosperidad, la liberación y el crecimiento espiritual ilimitado.

Afirmo que Dios traerá a tu vida la gente correcta que te puede ayudar y hacerte feliz, y que aquéllos a quienes no desees se desaparecerán de tu vida y prosperarán en alguna otra parte.

Afirmo que todo lo que Dios es está ahora operando para ponerte en tu lugar verdadero. Lo externo no es más que una imagen, y el Poder de Dios está cambiando tu imagen ahora y poniéndote en tu lugar verdadero.

Una Presencia, un Poder y una Mente. Un Dios, una Ley, un Elemento. Tú eres parte de esa Presencia Divina, y en esa Presencia habitas para siempre...
Y se te hará en la medida de la fe que tengas.